A 528 horas de la huelga de hambre que concluyó con la participación de 90 estudiantes dispuestos en 9 entidades del país y 7 sedes diplomáticas, Lorent Saleh, miembro de la Juventud Activa Unida de Venezuela, informó que suspendieron la protesta porque consiguieron los objetivos planteados.

«Prometimos que no nos íbamos a levantar hasta lograr nuestro cometido; hoy decimos: lo conseguimos. El Gobierno dio señales de diálogo y nosotros damos muestra de compromiso al finalizar la huelga en espera de resultados mayores», dijo. Saleh esperó a que la marcha que salía de plaza Altamira a favor a los huelguistas llegara a la sede de la OEA en Caracas para leer el documento con los acuerdos suscritos por el ministro de Interior y Justicia, Tareck el Aissami.

En primer lugar, el Estado se comprometió a tramitar los beneficios de prelibertad para siete presos políticos, de los cuales cinco cumplieron con más de la mitad de la condena: Silvio Mérida Ortiz y Felipe Rodríguez, detenidos en 2003 y 2005, respectivamente, por las explosiones ocurridas en febrero de 2003 en los consulados de Colombia y España, ambos involucrados en los alzamientos de Plaza Altamira; Otto Gebauer, detenido en 2004 por ser el encargado de la custodia de Hugo Chávez durante su traslado a La Orchila en abril de 2002; el ex policía metropolitano Arube Pérez y el subcomisario Marco Hurtado, retenidos en 2003 y acusados de participar en los sucesos de abril 2002.

Además de ellos, los estudiantes lograron que el Gobierno prometiera revisar otra vez los casos de los diputados Biagio Pillieri, detenido en 2009 por incurrir supuestamente en malversación de fondos públicos; y de Freddy Curupe, detenido en 2010 por enriquecimiento ilícito.

Con documentos en mano, Saleh afirmó que tiene conocimiento de que los organismos de seguridad competentes están procesando cada uno de los casos. «Los hijos de Venezuela estamos asumiendo nuestra patria con el alma, y la lucha por la libertad no culmina aquí», dijo.

En segundo lugar, se concretó el traslado de presos políticos a centros de detención más apropiados que el Sebin. También se permitirá que los privados de libertad sean atendidos por sus médicos personales.

En esta fase inicial para la concreción de los objetivos, el Gobierno instalará mañana una mesa de trabajo para discutir los casos por separado. A la cita acudirán algunos de los huelguistas, familiares de los presos y los abogados Rafael Romero y Gonzalo Himiob.

Julio César Rivas, fundador de JAVU, indicó que el traslado de la jueza María Lourdes Afiuni a su casa también fue un logro de la huelga. Informó que el viernes visitarán con el ministro la cárcel de La Planta. «El compromiso también era con los reos comunes», dijo.

Se conoció que en los próximos días se anunciarán más liberaciones, sin embargo, los huelguistas se negaron a revelarlo por el compromiso asumido con el ministro. «Mantengámonos en pie de lucha esperando la respuesta del Gobierno y de la OEA, la cual está discutiendo ahora el caso de los derechos humanos.

Los estudiantes estaremos en vigilia permanente hasta que se concreten las peticiones», agregó Rivas.

José Miguel Isulza, secretario general de la OEA, señaló estar alegre por la decisión de los estudiantes de levantar la protesta. «Es una buena noticia que hayan depuesto la huelga y me alegra, si hay diálogo. Y si ese diálogo llevó al fin de la protesta, me alegra más todavía». Las declaraciones de Insulza fueron ofrecidas en Brasil a su salida de una reunión con la presidenta Dilma Rousseff.

Además, trascendió que la presión ejercida por el Gobierno de Brasil, en especial, y por las demás embajadas en las que los estudiantes se dispusieron para realizar la huelga fue fundamental para que el Gobierno venezolano aceptara dialogar y comprometerse con los estudiantes.