Ronnel Pereira Cadena, estudiante de Tecnología de Alimentos  y  Adrianyela Noriega Salazar, profesora del Departamento de Nutrición Animal y Forrajes de la Escuela de Zootecnia de UDO-Monagas desarrollaron  una bebida energizante a base del yare de la yuca amarga, Manihot esculenta Crantz, ideal para las personas que realizan esfuerzos físicos y mentales.

En la búsqueda de nuevos productos que beneficien al organismo humano y que se puedan preparar con materia subutilizada, estos autores se plantearon como objetivo evaluar bebidas energizantes a partir de la yuca amarga.

Explicaron que a las bebidas energizantes se les considera alimentos funcionales, porque  proporcionan bienestar al organismo; no poseen licor, generalmente son gasificadas y  pueden contener cafeína, carbohidratos, aminoácidos, vitaminas, minerales y extractos vegetales, acompañados de aditivos acidulantes, entre otros, y  se elaboran de frutas, semillas, tubérculos y raíces.

Para elaborar la bebida energizante, Pereira  y Noriega   recolectaron el jugo que libera la yuca para hacer casabe cuando se prensa; lo sometieron a cocción por varias horas, con la finalidad de eliminarle el ácido cianhídrico; luego lo dividieron en tres porciones, y mezclaron dos de ellas por separado con cantidades diferentes de harina de yuca.

La evaluación química efectuada a los tres tratamientos mostró, respectivamente, valores promedios de: 15,8,  22,5 y 23,8  grados Brix de sólidos solubles, es decir, de  azúcar o sacarosa disuelta; 0,21%, 0,39% y 0,52% de grasa; 1,37%, 2,03% y 1,37% de proteína, 18,78%, 19,29% y 23,12% de carbohidratos y 82,49, 88,79 y 102,64 Kcal/g como aporte calórico.

En la evaluación sensorial, el panel no encontró diferencias entre las bebidas energizantes en cuanto a olor, sabor y textura.

Por lo tanto,  el yare de la yuca se puede utilizar para elaborar bebidas energizantes, debido a que aporta un alto valor calórico e incrementa su valor nutricional.