El Decano del Núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente, doctor William Senior Galindo, aseguró que en la institución no se permitirá la imposición de una política de hechos violentos, sino una que siga contribuyendo como lo ha hecho durante estos 52 años de fundación, con el desarrollo del país y de la sociedad.

La afirmación está contextualizada en los recientes sucesos liderizados por dirigentes de la Federación de Centros Universitarios (FCU-Sucre), quienes de manera violenta y en reiteradas ocasiones han tomado las instalaciones de Cerro del Medio en el campus Cumaná, limitando el desarrollo de las actividades administrativas en su mínima expresión, justificados en la solicitud de un pro cupo de 675 bachilleres.

“Durante estas últimas semanas, la comunidad universitaria ha sido víctima de una sistemática campaña de intimidación y terror, combinada con episodios de violencia abierta, que han impedido el desarrollo normal de las actividades administrativas, justificados en la negativa institucional de complacer pedidos violatorios a la Ley de Universidades y al Reglamento Interno de la UDO, circunstancia insostenible e injustificable, que perjudica no sólo la imagen de la universidad, sino la de sus miembros, siendo que nuestra institución debe ser vista como la casa del saber, del campo de conocimiento, alejada de hechos violentos”.

El Decano Senior Galindo, contó que los dirigentes solicitaron a la Defensoría del Pueblo una mesa de negociaciones, la cual fue instalada el pasado martes 18 de octubre en la Guarnición Militar de Cumaná. Al demostrar una vez más el panorama universitario y la realidad que se vive en la UDO Sucre, que imposibilita el dar respuesta en su totalidad a sus demandas la “FCU pateó la mesa rompiendo el diálogo. Es imposible para nuestro Núcleo otorgar 675 cupos, luego de un proceso de inscripción de 912 bachilleres de un total de 2705 aspirantes, manteniendo el promedio de ingreso por semestre, cuando el resto de los Núcleos tuvieron que reducirlo en un 40%, debido a las limitaciones presupuestarias y financieras”.

Para el Decano las luchas reivindicativas, no pueden sostenerse en la base de transgredir los derechos de todos los que hacen vida en el campus universitario, sino que deben provenir de los debates, diálogos y saberes científicos, que como universitarios se suelen manejar.

“Mi exhortación es para que los universitarios asuman su protagonismo desde sus puestos de trabajo, desde el ejercicio de sus profesiones y como ciudadanos y estudiantes, contribuyan a la construcción de un mejor país, una mejor universidad, abierta al pueblo oriental”, señaló.