La experiencia que le ha dado el participar en los diversos recorridos que ha desarrollado el gobierno local y regional, hacen del profesor Ivan Maza especialista en suelos de la Universidad de Oriente, uno de los más conocedores del tema y quien además se ha atrevido a detallar con gráficas y planos el lamentable daño que esta situación ha causado en las riveras de uno de los principales afluentes de agua dulce en la entidad.

El especialista considera que el protocolo de muestra debe enfocarse en dos importantes aspectos: uno que va desde Jusepín hasta la toma del Bajo Guarapiche, para garantizar la salud pública y que circunscribe de 8 a 15 tomas, y una segunda que va desde Maturín a Caño Francés y todos los caños de la Región Deltana, incluyendo la reserva forestal que en una parte de este sector tiene influencia de marea y que además reúne los canales que caen al río Guarapiche, en esta parte importaría evaluar la biodiversidad y la parte vegetal considerando además que es el área más difícil de atender.

Una vez definidos estos dos aspectos, existen otros elementos que el especialista detalla posterior a la visita de la zona afectada y que se apuntan hacia la presencia de hidrocarburo en la vegetación que se encuentra dentro y fuera del afluente, las paredes del río y el fondo que está a nivel de playa.

“Todos estas partes tienen hidrocarburo y en el caso de las paredes, tenemos referencia de más de un metro de afectación y de altas profundidades en aquellos espacios donde se presenta el lodo” explicó el Dr. Maza al referir que si bien el deterioro del área tiene su causa principal en el derrame, el mayor daño lo generó la forma en la que se manejó la recolección del crudo pues destaca que los “chorizos” utilizados para la extracción fueron colocados directamente en el suelo y esto contaminó entonces el área externa al río en marcadas y grandes extensiones.

Partiendo de todos estos planteamientos,  el investigador apunta que son ocho los puntos de muestreo en los que se debe trabajar para poder determinar la calidad del agua y las condiciones del suelo, en la zona afectada. No obstante, las investigaciones no se detienen sólo en suelo y en agua, sino también hacia la vegetación incluyendo la parte de los manglares y la fauna y microfauna existente. Para cerrar el especialista en suelos, lamentó que a 25 días del derrame aún el Ministerio de Ambiente no tenga aun el plano de los puntos álgidos a investigar y en los que se afecta agua, suelo y vegetación.