La Universidad de Carabobo (UC) cerró 2012 con un alto índice de deudas y fallas en las partidas, como consecuencia del retraso en el envío de las insuficiencias presupuestarias que deben ser atendidas por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU).

La vigilancia, gastos de limpieza, transporte, comedor y mantenimiento, son sólo algunos de los déficits que se presentan actualmente. El servicio de farmacia es uno de los que se mantiene en peor condición, pues no existe ninguna posibilidad de pagarlo este año, por ello debió ser suspendido.

Durante los últimos años las universidades venezolanas han recibido presupuestos insuficientes, sin tomar en cuenta los altos índices de inflación que existen en el país. Fue en 2009 cuando se observó que los recursos enviados eran los mismos que en años anteriores y que en algunos casos las partidas habían sido reducidas con respecto al ejercicio fiscal anterior.

José Ángel Ferreira, vicerrector administrativo de la UC, argumentó que la inflación acumulada superó los recursos asignados entre los años 2009-2013, siendo éste el período de mayor escasez en toda la historia moderna de la Universidad de Carabobo.

Se estima que los recursos pautados para los gastos de funcionamiento para 2013 solo alcancen hasta mayo, pues cada año se reduce progresivamente. En 2012 alcanzó sólo para nueve meses, lo que implicó deudas con las empresas contratadas para ofrecer los servicios.

Sueldos de noviembre y diciembre no se presupuestaron

El universitario informó que para este año la universidad se vio obligada a presupuestar diez meses de sueldos y salarios, sin incluir noviembre y diciembre. Tampoco se incluyeron los seis meses de bono de alimentación, aportes a las cajas de ahorros, fondos de pensiones y jubilaciones de once meses. La Universidad de Oriente y la Universidad del Zulia tomaron la misma medida.

Esta medida extrema ratifica el grave problema presupuestario que presenta la máxima casa de estudios de la región. Ferreira explicó que desde hace varios años se mantiene la misma partida para Recursos Humanos e igual se debe cancelar el pago de nuevos ingresos, aumento de salario mínimo, actualización de la Unidad Tributaria, incremento de las primas y todo el crecimiento natural de esta área, sin embargo, para estos gastos no se envían nuevos recursos.

Este hecho obliga a que se tomen nuevas acciones presupuestarias. El llamado a concursos de oposición, ascensos y los cambios de dedicación estarían en alto riesgo, pues el presupuesto no abarca estos aspectos.

Ferreira lamentó que en consecuencia se atenta contra cualquier innovación en la estructura universitaria, la creación de nuevas cátedras, departamentos o nuevas carreras. A esto se le suma la limitante que se presenta para desarrollar mejoras en materia de docencia, investigación, extensión y posgrado.

Ferreira comentó que una institución distribuida en cuatro estados del país, con unos 60 mil estudiantes y 12 mil empleados, se necesitará que este año la comunidad universitaria vea el déficit como un problema general de las casas de estudios autónomas, por lo que será necesario establecer el diálogo con el Ministerio de Educación Universitaria.