El pasado sábado, en Caracas, presenté a líderes empresariales del país, mi análisis de dos encuestas que recién recibí. Se trata de “Ómnibus” de Datanálisis, con campo terminado el 7 de Febrero,  y “Tracking de Coyuntura Venezuela” de DatinCorp, concluido el campo el 8. Ambos trabajos fueron elaborados con la calidad que caracteriza a los consultores responsables y nos merecen la mayor credibilidad. Para las dos, por cierto, firmamos contratos de confidencialidad por lo cual no estoy autorizado a divulgar los datos exactos en medios masivos pero si es posible que comente los números gruesos.

Las encuestadoras mencionadas, coinciden en la creciente inconformidad de los venezolanos con la situación del país, con más del 80 %, señalando que esta es muy mala o mala, y rechazando la gestión del presidente Maduro en más de un 70 %.

En ambas, se afirma que son los problemas económicos los que, a la fecha, más preocupan a los venezolanos con el desabastecimiento y el alto costo de la vida encabezando la lista si bien la inseguridad no se ubica muy lejos.

Los entrevistados, en los dos casos, atribuyen casi en su totalidad la responsabilidad, de lo que sucede en el país, al gobierno nacional y una pequeña minoría, menos del 4  %, cree que es de la oposición o los empresarios.

La desesperanza es muy alta, con más del 70 % de los encuestados opinando que,  con las medidas que está tomando el gobierno, la situación empeorará en el 2015 y con casi 80 % respondiendo que la  gestión de la crisis económica no es la mejor.

Los resultados indican que a la desesperanza se suma la desmotivación; cae en más de 20 % el apoyo a las marchas y/o protestas pacíficas y cerca del 80 % está en desacuerdo con las trancas de calle/barricadas y quema de cauchos.  La salida en la cual cree la mayoría es la electoral, 53 %  en respuesta especifica en una de las dos encuestas citadas.

Entrando en el terreno electoral, y específicamente en las parlamentarias, muy cerca del 50 % considera que los candidatos deben ser seleccionados en primarias pero desagregados por simpatías políticas, el porcentaje bordea el 70 % entre aquellos que se manifiestan opositores. Más del 40 %, pero menos de 50, manifiesta su disposición a votar en las primarias de la oposición si se efectúan.

45,9 % de los entrevistados, responden a la fecha, en una de las dos encuestas analizadas, que si las elecciones de diputados fuesen este domingo, votarían por candidatos de la oposición, que es un repunte muy significativo con respecto a los estudios de opinión de fin del 2014, 17,3  % votaría por candidatos del oficialismo y 13,8 % votaría por candidatos alternativos o independientes. Interesante es que un porcentaje cercano al 10 % de los que se identifican como oficialistas –y con tendencia a crecer- afirman que votarían por la oposición en las parlamentarias. En la otra encuesta, el 48 % afirma que votaría por los candidatos de la oposición, llámense como se llame, mientras que un 24 % lo haría por candidatos del oficialismo, un 17 % señaló que no votaría y un 11 % no sabe/no opinó.

De la revisión de las tablas de los reportes recibidos, que incluyen cruces y detalles significativos, considerando la abstención y factores cualitativos que pesan en cualquier comicio, concluí en mí presentación que si las elecciones fuesen el próximo domingo –que no lo son- los candidatos de la oposición lograrían alrededor de 55 % de la votación general con el oficialismo trepando hasta el 35 % y el resto repartiéndose entre una multiplicación de payasos y aventureros que pretenderán recoger votos, sin mucho éxito, y que no tienen ninguna posibilidad de ser electos.

Fue mi obligación agregar, que si bien la oposición pareciera encaminada a obtener más votos generales, el diseño de los circuitos –el rediseño todavía más- y la participación de esquiroles, abre la posibilidad que, aun así, el oficialismo conserve una mayoría, aunque seguramente más reducida que la que mantiene hoy, en la Asamblea Nacional. Para los que se alarman, no es esto extraño en los sistemas electorales del mundo y para muestra basta recordar de como Al Gore derrotó en la votación general a George Bush pero este se convirtió en Presidente de los Estados Unidos ya que logró la mayoría de los votos de los colegios electorales de la unión.

Finalicé mi presentación mostrando 4 escenarios posibles en la Venezuela del 2015 que ameritan de otra columna para ser explicados, aunque fuese someramente, por lo que ni siquiera los citaré aquí, pero si adelanto que el corto y mediano plazo ni está escrito ni está claro y pudiera no darse en línea recta y esto aplica para oficialistas pero más para la oposición.

Es cierto que en las encuestas que manejo, incluido las últimas de Datanáliis y DatinCorp, la identificación partidista de la suma de los opositores es mayor –para ser tan preciso como puedo solo ligeramente mayor- que los oficialistas –si bien el PSUV sigue siendo el partido con el mayor respaldo seguido lejos por PJ, UNT, AD, VP, COPEI, Prove, AP, ABP y ese guste o no es el orden- no lo es menos que alrededor del 50 % de los venezolanos se manifiestan independientes y en mucho no identificados con líderes ni partidos.

A diferencia de Julio Cesar, antes de cruzar el Rubicón, no es posible afirmar que “la suerte está echada” en cuanto al futuro político del país, que es definitorio del económico y social; por lo que me atrevo a sugerir al liderazgo partidario –oficialistas y opositores por igual- en refrán que muchas veces oí a mi abuela Pancha: “no cuenten los pollos antes de nacer”.

Luis Eduardo Martínez Hidalgo. http://luiseduardomartinez.com