Luis Eduardo Martínez Hidalgo http://luiseduardomartinez.com
Me gustan muchísimo los asquerositos, ese perro caliente callejero todo olor y sabor tan lejos del hot dog gringo.
Cuando estudiaba en el liceo gané un campeonato de quien se comía de seguida más asquerositos –recuerdo que llegué a 14- aunque en una oportunidad me las vi mal cuando complejizaron la cosa y el premio era al que se comía más de un solo bocado. Costaba entonces un real el asquerosito y medio una pepsicola con lo que los cinco bolívares que me daba mi mamá, a la semana, me rendían –en clave oriental- “de más”.
Al elegirme Presidente de la Asociación de Gobernadores de Venezuela, entre los atractivos de la responsabilidad que asumía, tenía que a pocas cuadras de las oficinas, en Parque Central, se encontraba el boulevard de Sabana Grande en el cual se ubicaban entonces los mejores puestos de asquerositos de Caracas. Fueron bastantes las veces que me escapé de asistentes y seguridad para disfrutar de un asquerosito con todo: “échale más cebolla que mi mujer está en Maturín y no me va a reclamar” exclamé, por encima del corneteo y el humo, en incontables ocasiones.
Noches atrás, regresando de cumplir exigente agenda en el Municipio Ezequiel Zamora del estado Monagas, me detuve en la vía de Tipuro en un expendio bien montado y pedí un perro con todo y una cocacola, que hace tiempo desplazó a pepsi en la preferencia popular. “Son doscientos treinta bolos” me indico presuroso el perrero. “Doscientos treinta bolívares fuertes” le repliqué, para luego rematar “O sea, doscientos treinta mil bolívares de los no hace mucho”. El chico me miró perplejo y no respondió mientras yo comenzaba a engullir el asquerosito y daba vueltas a mi memoria.
En el primer año del gobierno del comandante eterno, un lejano 1999, el salario mínimo era de Bs. 120.000 mensuales, vale decir Bs. F 120 de hoy cuando la remuneración oficial más baja es Bs. F 7.421,67 equivalente a 61 veces más. El drama lo es la inflación que según datos del Banco Central de Venezuela en www.bcv.org.ve complementados por los contenidos en informe de la firma Capital Market Finance alcanza, entre Enero de 1999 y Diciembre de 2014 –porque a partir de este mes el BCV no ha publicado nuevas cifras- a 2.089,10 % mientras que el incremento absolutamente grosero de los precios en lo que va del 2015 se estima, según detallado reporte The Red Book 1Q15 del Bank of America, en 172,40 % para un total de inflación durante el período chavista-madurista de 2.261,50 %, lo que nos ha dado el campeonato mundial en los últimos tres años como el país con la mayor inflación de la tierra –en inseguridad apenas somos los subcampeones mundiales pero expertos señalan que en el 2015 superaremos a Honduras con lo cual acumularemos dos coronas bien deshonrosas-.
Considerando la inflación cuasi oficial –dado que los números del 2015 no son del BCV- para que el venezolano conservase la paridad de compra que tenía en Enero de 1999 el salario mínimo debería ser hoy Bs. F 27.364,20, casi 4 veces lo que ahora se remunera. Expresado de manera más sencilla: el aumento de los precios a rata oficial preciso –sin contar las escasez- producto de malas políticas económicas ha hecho que los venezolanos a la fecha sean 4 veces más pobres que en 1999 y esto aplica no solo a los de salario mínimo sino a todos los asalariados y si no que se lo pregunten a un profesor universitario o a un ingeniero de la socialista PDVSA.
El Big Mac Index es un índice publicado por la revista The Economist y permite comparar el poder adquisitivo de distintos países donde se vende la hamburguesa de McDonald’s. El índice basa su sistema en la teoría de la paridad del poder adquisitivo que sostiene el concepto de que el dólar debe comprar la misma cantidad de bienes o servicios en todos los países. Le doy vueltas a la cabeza y pienso, en serio, en diseñar y publicar un “Asquerosito Index”; en mis cálculos preliminares resulta que en 1999 un trabajador de salario mínimo podía adquirir 211 asquerositos con su respectiva pepsi mientras que al domingo pasado, si dedica la totalidad de su salario mínimo a asquerositos, con cocacola, apenas le venderían 32, con lo que su capacidad de compra es 6 veces y media menor. Conclusión obvia: los venezolanos son hoy 6 veces y media más pobres que en 1999, según el “Asquerosito Index”.