Luis Eduardo Martínez Hidalgo/www.luisemartinez.com
Periódicamente, reputadas organizaciones internacionales publican índices de desempeño de países en distintos ítems. Son organizaciones serias que adelantan rigurosas investigaciones. En los últimos años, Venezuela ha sobresalido porque ocupa el primero o de los primeros lugares en los índices de mayor significación; pudiéramos afirmar entonces que nuestra nación se encuentra a la cabeza del mundo.
En el 2014 y 2015 lideramos el índice de inflación, según el Fondo Monetario Internacional, con 68,5 % y 270,7 % respectivamente. Para el 2016, los últimos pronósticos son de 475,8 % con lo cual ocuparemos nuevamente la primera posición en cuanto al aumento de precios se refiere. En el 2017, volveremos a ser los primeros, y largamente, según cálculos preliminares que ubican en 2.020 % la inflación del próximo año. Para que se entienda bien, una inflación del porcentaje previsto para el año venidero colocaría el costo de un paquete de harina pan que bachaqueada vale hoy unos dos mil bolívares en cuatro millones cuarenta mil bolívares.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia Penal reportó que en el 2015, cuatro de nuestras ciudades son de las más peligrosas del planeta, con Caracas la primera, Maturín la quinta, Valencia la séptima y Puerto Ordaz la décima segunda. Las estimaciones para el 2016, basadas en las cifras de homicidios por cada 100.000 habitantes, advierten que la ciudad más peligrosa del mundo ya no será Caracas sino Maturín que desplazará a la capital venezolana con una escalofriante tasa de 150, 53 homicidios por cada 100.000 habitantes.
En una escala de 0 a 100 puntos, la Organización para la Transparencia Internacional ha calificado en su último informe con 17 a Venezuela en el Índice de percepción de la Corrupción con lo cual nos encontramos entre los países más corruptos del planeta. A los que tienen hijos en la escuela, 17 puntos sobre 100 es equivalente a que su muchacho le entregue como nota 3 sobre 20, es decir bien “raspa’o”.
Como algunos hípicos sueñan, nos ganamos la triple corona: el país con la mayor inflación del mundo, la mayor inseguridad y la mayor corrupción.
No acaban aquí las cosas porque seguimos acumulando primeros lugares: la Comisión Económica para América Latina y el Caribe estima que para este año toda la región sufrirá una contracción con un promedio de 0,8 % durante 2016 como consecuencia de la caída de gran parte de las economías de Sudamérica, con Venezuela a la cabeza con un retroceso estimado en 8 %.
Pero no siempre estamos a la cabeza. En alguna ocasión nos toca la cola.
En el Índice de Competitividad 2016, publicado por el Foro económico Mundial, que mide cómo utiliza un país sus recursos y capacidad para proveer a sus habitantes de un alto nivel de prosperidad, Venezuela obtuvo 3,30 puntos empeorando con respecto al informe de 2015 en el que obtuvo 3,32 puntos. Ese valor nos sitúa en el puesto número 132 de los 142 países evaluados.
Vergüenza debería darles a los burócratas del oficialismo que nos han conducido a sabiendas hasta esta penosa situación.

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