José Dionisio Solórzano / @jdionisioss
Rincón del Gurú-. Desde hace algún tiempo la esposa del líder político venezolano, Leopoldo López, se ha convertido en su portavoz oficial y su interlocutora, prácticamente oficial, de sus posiciones.

Lilian Tintori, quien ya poseía una imagen afable en la opinión pública, mutó a ser el nexo entre el reo político y el resto de la sociedad democrática del país.

A tal punto, que ella llegó a contradecir declaraciones de los voceros oficiales de Voluntad Popular, en el caso puntual del diputado, Freddy Guevara.

No obstante, más allá del conveniente o no de esta decisión tomada por Leopoldo López, abordaremos el más reciente desliz de la vocera del preso político más emblemático del Gobierno venezolano.

En horas de la madrugada, en una operación furtiva, el gobierno de Nicolás Maduro a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por él, decide darle a López una medida sustitutiva, “beneficiándolo” con casa por cárcel.

Rápidamente la noticia se filtró, siendo los medios españoles los primeros en dar la información. ¡Primicia venezolana en la Madre Patria!

Hasta aquí todo marcharía bien, con dudas, pero todo entre lo típicamente irrisorio y oscuro que caracteriza el régimen en Venezuela. Mas, lo que sorprendió a todos fue las declaraciones de Lilian Tintori agradeciéndole a Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador, y a su hermana, Delcy Rodríguez, ex canciller de la república, por llevar ellos mismos a Leopoldo hasta su hogar.

Sin duda, las opiniones sobre la hipótesis del “acuerdo entre las partes” tomaron dimensiones exponenciales. E incluso podríamos decir que de tesis pasó a ser certidumbre de más de un analista de 140 caracteres o de reflexiones por Instagram.

La opinión estuvo enmarcada en que la medida de casa por cárcel para Leopoldo era un convenio entre Voluntad Popular y el gobierno de Nicolás Maduro.

Este criterio se abrió paso entre un océano de conjeturas y teorías, dignas de ser elaboradas en un extraordinario libro de conspiraciones como el del Código Da Vinci.

Lo cierto es que las palabras de Lilian Tintori ocasionaron un maremoto innecesario, en vez de aclarar la situación la enredó más e inclusive pudo haber repercutido de forma desastrosa en la imagen pública de su esposo.

Esta historia nos obliga una reflexión. Las esposas son un “arma” en muchas campañas.

Existen mujeres de políticos que terminan siendo mejores “candidatas” que sus esposos. Mujeres que ayudan de una forma increíble a ganar simpatías en segmentos del público votante.

No obstante, las esposas de los políticos deben ser comedidas a la hora de hablar ante la prensa.

Las declaraciones de ellas tienen un impacto directamente en la imagen de sus esposos, y un error de su parte pudiera allanar el camino hacia la derrota electoral.

Lilian Tintori, tal vez vencida por la emoción, protagonizó una falla en su línea de discurso que generó aún más roncha, lacerando la percepción del público hacia el político víctima del régimen.

¡Comunícate y hazlo bien!

imagen: Lilian Titori. Cortesía de aporrea.org