Las misas de aguinaldo son un privilegio otorgado por el Papa León XIII quien aprueba la introducción de cantos de parranda en las misas previas al nacimiento de Jesús. La Bula Papal concedía «indulgencia plenaria y remisión de todos los pecados a los fieles que, confesados y comulgados asistiesen a esas misas».

Las misas de aguinaldo son una característica propia de la Iglesia católica Venezolana ya que en este período penitente no se permiten cantos dentro de las celebraciones.

Tienen su origen en la colonia, aunque en Venezuela surge entre los siglos XIX y XX.

Esta tradición preparar el nacimiento del Niño Jesús a través de una novena de misas que se celebran en la madrugada del 16 al 24 de diciembre. Los nueve días de misas de aguinaldo cierran con la “misa de gallo” en la noche del 24 diciembre o al comienzo de la madrugada del día de Navidad. Las iglesias se adornan con el pesebre y los feligreses entonan aguinaldos.