_No hay un estratega militar de la historia que atraiga más a las izquierdas que Sun Tzu, el autor del libro milenario *El arte de la guerra*. Recuerdo que Ali Rodríguez Araque, el comandante Fausto de las guerrillas, hablaba de Tzu con gran fascinación cada vez que podía_

_Por supuesto, las lecciones del libro son aprovechadas desde la antigüedad misma por ejércitos de muchos países; uno de ellos, los Estados Unidos, que lo aplicaron con éxito relevante en la operación «Tormenta del Desierto», en 1990, cuando derrotaron por vez primera al sátrapa de Saddam Hussein_.

_Como lo publicara el periódico japonés *Asahi Shimbun*, «Se dice que el masivo bombardeo lanzado al comienzo de la guerra de Irak se inspira en la estrategia militar de Sun Tzu para lograr la rendición mediante la conmoción y pavor psicológicos del enemigo, aun antes de la batalla»_

_Conmoción y pavor, dos palabras de altos decibeles que solo se pueden escribir con la pluma formidable de un gran ejército, como el ejército gringo o el de los ingleses en Las Malvinas, donde también pusieron en práctica las enseñanzas del viejo Tzu ._

_Eso es lo que está haciendo Estados Unidos con el gobierno venezolano que, en medio de la confusión en que se encuentra, no se ha percatado de la forma en que la gente de Donald Trump ha venido escalando en el conflicto, apuntándose victoria tras victoria, la última de las cuales ha sido la detención en Cabo Verde de Alex Saab, quien parece ser el poseedor de la caja de pandora que destapará los negocios non sanctos del régimen, según dicen sus adversarios.

_En el caso venezolano, Estados Unidos ha logrado poner en práctica la enseňanza de Sun Tzu sobre el aislamiento del enemigo: «El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera a sus adversarios, inevitablemente acabará derrotado», se lee en el libro.

_Eso lo estamos viendo. El régimen está aislado casi por completo en América, y en el resto del mundo cuenta con pocos aliados, si bien debe reconocerse que dos de esos aliados, Rusia y China, no son nada despreciables_.

_Alex Saab, al decir de fuentes del Departamento de Estado al diario *El Tiempo* de Colombia, fue sometido a un seguimiento constante. «Esperábamos que cometiera un error y lo cometió», dijo la fuente. Ese error fue aterrizar en Cabo Verde, una isla con la cual los gringos tienen un convenio en la lucha contra el narcotráfico y el lavado de dinero del crimen organizado. Al aterrizar para repostar combustible, le cayeron los agentes federales que lo seguían furtivamente y ahora se discute sobre su extradición a Norteamérica, cosa que parece cantada si nos llevamos por las declaraciones del fiscal general de la isla y la decisión del gobierno de impedir el aterrizaje de un avión que, según los medios, llevaba a un alto funcionario venezolano, que la periodista Carla Angola identifica como el canciller Jorge Arreaza.

_El seguimiento a Saab lo hicieron por satélite, y su ubicación por el sistema *Echelon*, la mayor organización de espionaje del planeta, que tiene casi 400 mil empleados regados por el mundo y que está capacitada para interceptar llamadas telefónicas, correos electrónicos, faxes y cualquier otro medio de comunicación, al punto de que diariamente recibe tres mil millones de comunicaciones. Es decir, si usted está registrado en el sistema, cada vez que levante un teléfono, Echelon lo grabará sin duda alguna. Es El Gran Hermano que vigila de la novela de ficción de George Owell, *1984*. La ficción hecha realidad, ni más ni menos.

_He venido escribiendo que a países como los Estados Unidos no se les debe tomar a la ligera, porque, cuando usted cree que se cansaron o que lo olvidaron, inesperadamente redoblan las campanas de sus ejércitos tocando a muerto.

_Alex Saab es un ejemplo. Y, en este caso, no pareciera que vaya a ser el último.

_Por eso, yo, miembro del gobierno, me pondría a resguardo la próxima vez que oyera el tañer de las campanas de la catedral de Caracas_. 

(*) Comunicador Social (UCV) Ancla de Unión Radio 93.7 FM de Puerto La Cruz. Vzla.

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