Es lamentable darse cuenta de la indiferencia de nuestros gobernantes a las variables que inciden en la economía de nuestro país, actuando con indiferencia y convirtiéndose en cómplices de la desgracia del pueblo, producto de la inflación desenfrenada que se origina por la devaluación del Bolívar en el tipo de cambio tanto del mercado paralelo como del oficial. 

No tienen piedad del pueblo venezolano. Cuantas familias hoy al ver el tipo de cambio paralaelo, alcanzando los 661.043,72 Bs/$ (12/11/20), habrán llorado de desesperación pues ya tienen claro que todos los bienes y servicios han de subir de precio, mínimo en la misma proporción que la devaluación. Que ironía que mientras la gran mayoría cae en desgracia, otros se sentirán felices y protegidos pues su capital y liquidez en dólares les garantiza su estabilidad económica. Cómo paradoja, el día 9 de noviembre cuando el marcador DOLARTODAY, por presunto error, reflejó el tipo de cambio en 344.602,42 Bs/$, en este caso, el efecto de desesperación y desgracia lo han sentido quienes hoy se sienten afortunados.  Entonces la solución de unos no debería ser la ruina de otros; la solución debería ser que nuestro gobernantes implementaran medidas radicales para contener la inflación y ello solo será posible desmontando el control de cambio e implementando el Petro. 

Si suena tan sencilla la solución, entonces por qué nuestros gobernantes no hacen nada para resolver y permiten que el pueblo continúe cayendo en mayor desgracia. Hace apenas unos días se implementaron ajustes en los tabuladores salariales de los diferentes sectores de la Administración Pública. La alegría de los funcionarios públicos duró tan poco, pues a partir de hoy, sin apenas haber cobrado su nuevo sueldo, ahora serán más pobres que antes.  Es irónico y contradictorio tener claro que uno de los más beneficiados de esta devaluación es el mismo Estado Venezolano, pues los gobernantes podrán garantizar que sus ingresos (IMPUESTOS) podrán cubrir el presupuesto público. Es obvio que el recien incremento salarial en la Administración Pública implica un aumento significativo del gasto público y si no existen nuevas fuentes de ingresos para el Estado, la única opción es la generación de mayores ingresos por la vía fiscal a través de la inflación.  Es absurdo resolver un problema causando más problemas¡¡¡¡¡.

Estoy convencida que el Presidente Maduro y buena parte de su equipo han de tener claro que EL PETRO es la oportunidad para salir de esta crisis y recuperar la economía venezolana a favor del pueblo venezolano y del aparato productivo, sin embargo creo que sus mayores adversarios están en su mismo entorno. Seguro hay muchos capitales en juego y el egoísmo no les permite sacrificar sus intereses particulares en pro de millones de familias y trabajadores que están padeciendo el mayor infierno que jamás habríamos imaginado. 

Elevo mi voz en nombre de millones de personas que han de sentirse como yo y que no encuentran qué hacer, más allá de rogar a Dios siga iluminando las mentes y los corazones de todos nuestros gobernantes para que encuentren la mejor solución en armonía con todos los involucrados. Mi corazón y mi esperanza continúan en manos de Dios, confiando que pronto, su misericordia ha de tocar los corazones de muchos para dar paso a las bendiciones que han de llover a todo el pueblo de Venezuela. 

 

(*) Docente Titular, Jubilada de la Universidad de Oriente. Cátedras: Finanzas Corporativas y Finanzas Internacionales

Imagen: cortesía de Punto de Corte.