«Hemos sido escogidos por Dios para servir a los demás, para ayudar, consolar y bendecir a nuestros semejantes… Él nos retribuirá con su amor eterno». Rubén Aular

Dios mío!. Mi buen Dios. Hoy siento la necesidad de expresar el gran afecto y admiración por uno de los hombres de mayor humildad, espiritualidad y bondad que he conocido en estos largos años de vida universitaria. Me refiero al fallecimiento Rubén Aular, profesor de la Universidad de Oriente Núcleo de Anzoátegui.

Hoy nos deja físicamente pero su existencia espiritual permanecerá en todas las personas que le conocimos sus grandes virtudes. Es imposible ocultar mi gran dolor y tomo fuerzas para expresar mis más sentidas palabras de condolencias a su familia y amigos.

Me uno en oración al dolor y ruego a Dios que nos de conformidad y resignación ante tan irreparable pérdida. Quedan vivas en mi corazón sus enseñanzas, su cariño, su afecto y su bondad.


Descansa en paz mi querido Rubén, vuela alto a tu encuentro con el Señor, que tu alma descanse en paz y brille para ti la luz perpetua.

Por siempre te querré. Tu amigo y hermano.

Por Héctor Reyes.

Imagen: atardecer tomado de Fundación Espacio para la Esperanza.