La pandemia que nos vapulea ahora mismo ha despertado todo tipo de reflexiones, algunos nos hemos revisado y castigado por errores del pasado y otros han seguido hacia adelante con creatividad y optimismo.

Así se les ha visto a los neoyorquinos, quienes no tardaron en replicar los actos de los italianos para enaltecer al personal médico que pone en riesgo su vida para salvar las miles de otros.

Peace of Heart, un coro de voluntarios formado poco después de la tragedia del 11 de septiembre de 2001, ha convertido el mítico tema «New York, New York» en el himno de esperanza ante el COVID-19.

Frank Sinatra hizo de esa canción una bandera que reivindicaba su amor por la Gran Manzana, hoy amenazada con 117.000 infectados por coronavirus y más de 7.600 muertos.

Lo que pocos saben es que, como muchas de las grandes obras en la historia de la humanidad, los créditos y méritos han sido cambiados, difuminando los nombres de sus creadores; el telescopio (Han Lippershey) o el iPod (Kane Kramer), por ejemplo.

En 1977, mientras Nueva York enfrentaba una crisis de violencia racial, desigualdad social y hasta un apagón de 25 horas, John Kander y Fref Ebb compusieron «New York, New York» como tema principal de la película homónima de Martin Scorsese, un fracaso épico para la cinematografía norteamericana. Robert de Niro acompaña a Liza Minelli en la historia de Scorsese, donde la actriz interpreta la canción que aunque forma parte de su actual repertorio en presentaciones en vivo, al igual que el film, no funcionó comercialmente. 

Sinatra la escuchó y -como pasó con algunas de sus amantes- se encaprichó y quiso convertirla a su antojo en un estandarte de la ciudad que nunca duerme. Pasó mucho tiempo meditando el asunto, hasta que -aún inseguro- la cantó por primera vez en un concierto benéfico en el impresionante hotel Waldorf Astoria (perteneciente al grupo Hilton).

Finalmente, el arreglo del músico y productor, Don Costa y el pianista Vinnie Falcone lo convencieron de grabarla el 20 de agosto del 79. Sin embargo, por su carácter explosivo y perfeccionista, días después pidió regrabarla, pues sentía que en la primera versión no llegaba a algunas notas importantes.  Costa hizo algunos cambios, esta vez con Peter Jolly, un intenso pianista de Connecticut, y volvieron a grabarla el 19 de septiembre del mismo año en Los Ángeles.

Así que, tres años después de la -ahora considerada- estupenda interpretación de Liza Minelli en el cine, Ojos azules, como se le conocía a Frank Sinatra, la incluyó en «Trilogy: Past Present Future», su primer álbum después de seis años y con el que fue nominado a Álbum del año en los Premios Grammy de 1981.

«New York, New York» es considerada hoy una de las 100 canciones más representativas del cine estadounidense y Sinatra, el hombre que «quería ser el rey de la colina» -como reza la canción-, lo logró al popularizarla como icono de la capital del mundo. Son historias que remueve el coronavirus y vale la pena recordar.

(*) Comunicador Social. Imagen: Jean Carlos Mulato