Fallas en el sistema de seguridad y desperfectos en el servicio eléctrico y de agua, son algunas de las deficiencias que aquejan a los alumnos de la Facultad de Odontología de la Universidad Nororiental Privada Gran Mariscal de Ayacucho en su sede de Barcelona.

La estudiante del último año, Geraldine Naveda, afirma que las constantes fallas de luz no le permite a los estudiantes realizar las clínicas que deben desarrollar como parte del pensum académico. “Cuando vienen los pacientes muchas veces no podemos trabajar con ellos porque no tenemos luz. Esto poco a poco atrasa a todos los estudiantes en la carrera”.

No sólo el inconveniente eléctrico representa un obstáculo para los universitarios, muchos de ellos aseguran que el problema en el servicio de agua también perjudica a otras áreas de la sede universitaria, como el cafetín y los laboratorios.

La profesora de la cátedra prótesis fija, Emma Hernández, asegura que el problema se debe a la alta succión que generan las unidades odontológicas al ser encendidas, ya que la demanda de agua es mayor a la cantidad que suministran los tanques que posee la universidad.

Por su parte el decano, Dr. Arístides Maza, explica la universidad posee su propio sistema de tanques hidráulicos con la máxima capacidad para responder a ellos. Sin embargo, asegura que el rendimiento de estos equipos se ve afectado por causas ajenas a la institución. “Cuando pasamos de día y medio a dos días sin que entre agua en nuestros tanques, entonces sí hay una interrupción, pero está relacionado directamente con el suministro de agua a la ciudad de Barcelona”.

Inseguridad

La estudiante de cuarto año, Nadeska Lara, cuenta que a mediados del año pasado fueron víctimas de la delincuencia en el edificio de clínicas de adultos, cuando atacaron a un estudiante para robarle su teléfono celular “Deberían reforzar el sistema de seguridad de las sedes. Prácticamente puede entrar cualquier persona sin dificultad”

Actualmente los dos edificios que conforman la facultad de Odontología, cuentan con máquinas de seguridad para el acceso a las sedes. Sin embargo, éstas no están en funcionamiento desde el año 2007.

Respecto a esto, el decano explica que la desactivación del sistema fue una decisión tomada en conjunto con los estudiantes, quienes se quejaban constantemente porque las máquinas no permitían el acceso a quienes se encontraban insolventes en el pago de la matrícula.

Agregó además que la universidad mantiene un convenio con la Policía del Municipio Simón Bolívar, por lo que el patrullaje en los alrededores de la sede, es constante.

“Actualmente contamos con el apoyo de funcionarios de Polibolívar para resguardar a nuestros estudiantes. Agregado a eso tenemos la presencia de oficiales de seguridad privados en cada uno de los edificios”.

Texto y foto: Janina Marcano (Pasante USM)