Por Froilan Fernández
La educación formal ha estado siempre defasada con la tecnología, y periódicamente surgen tendencias renovadoras de la venerable clase magistral que nos acompaña desde la época de los primeros filósofos griegos.

Entre las varias iniciativas que hoy hacen furor en las revistas educativas y en los congresos de investigación en educación está la denominada “aula al revés” o “flipped classroom” como se le conoce en su versión anglófona.

Esta aula volteada hace referencia al momento en que los estudiantes se exponen al contenido educativo, es decir, aprovechando los múltiples recursos educativos en línea o en las mini-laptops que ya están en manos de muchos alumnos, la recomendación es mandar una asignación antes de la clase, que el alumno conozca previamente ciertos contenidos y usar la clase como un foro de discusión sobre esos contenidos.

En otras palabras, la clase deja de ser un escenario donde el maestro solamente expone contenidos, pues ya se conocen los tópicos, para convertirse en una tribuna de los alumnos y hay muchas maneras de organizar esa revisión de los contenidos, de modo que sea atractiva y enriquecedora para los participantes. Además, esta modalidad se presta mucho para integrar contenidos del currículo.

Contenido digital. Hace algo más de un año, comentamos en una nota sobre el impacto de los videos educativos disponibles en You Tube la iniciativa de Guao.org, que ha realizado una minuciosa curaduría de los recursos disponibles en línea y los ha agrupado según los programas de primaria y secundaria.

Guao.org toma como una de sus referencias al docente colombiano Julio Ríos, @Julioprofenet (julioprofe.net), que ha subido más de 500 videos sobre tópicos de Matemática y Física.
Cortesía de El Nacional 8 de mayo 2016. Siete Días.
Foto: archivo